Oposiciones a político

En este mundo que nos está tocando vivir somos muchos los que hemos tenido que demostrar, al menos en un momento dado, nuestra capacitación profesional mediante unas pruebas públicas y objetivas en mi caso, y no es de los peores, había seis candidatos para cada puesto. Muchos más son aquellos que tienen que ganarse casi a diario su puesto de trabajo con el peligro de que un desliz eche por tierra lo bien hecho anteriormente y le priven de ese "privilegio", que algunos ven en el puesto de trabajo (yo lo veo como un derecho legítimo e irrenunciable). Resulta que de estas situaciones se salvan justamente los que mayores responsabilidades tienen en nuestra sociedad : los políticos. Un político es un ser especial al que "Se le supone todo". Cualquiera puede presentarse a cualquier puesto aunque el sentido común diga lo contrario. Que un presidente de un gobierno y el de la oposición no sepan idiomas no importa, ya le pagamos el resto los traductores. Que no tenga una mínima formación demostrada en temas de Conocimiento del medio, cultura, educación, Historia...no importa. Nadie le reclamará los cientos de miles de euros mal gastados, los planes urbanísticos en contra de la propia naturaleza o el dispendio en comilonas innecesarias. A cualquier trabajador honrado lo pueden echar a la puñetera calle por unos malos resultados de la empresa en la que no tiene influencia real, pero los políticos municipales, autonómicos o nacionales tienen patente de corso, se ponen ellos mismos el sueldo- deben ser de los pocos mortales que lo hacen- y se protegen en el fondo unos a otros cuando hay alguna sombra que les acecha. De tal manera que tras las próximas elecciones serán concejales, alcaldes y presidentes de sus respectivos ámbitos, no los más preparados, sino los más avispados. Algo habría que hacer. Que tal si se presentaran a unas oposiciones?, que tal si pudiésemos echarlos en cuanto contradicen lo que han prometido o firmado en unas elecciones...ni más ni menos que lo que nos pasa a la mayoría.